Los modelos pedagógicos tradicionales se han caracterizado por uso de estrategias basadas en la transmisión de conocimientos, llevando la batuta las clases magistrales, donde el docente generalmente se apoya en estrategias sugeridas por los textos que utiliza, haciendo las clases monótonas. El covid-19 vino a transformar al mundo en todas sus latitudes, llegó como una avalancha para deslastrar cualquier vestigio de  modelo educativo tradicional, por lo cual debemos ver todas las aristas posibles para continuar con el proceso de enseñanza aprendizaje, donde el principio fundamental es el bienestar del educando.

En el contexto actual los docentes estamos llamados a innovar, a crear estrategias que sean atractivas y motivadoras para los estudiantes, teniendo en cuenta todos los recursos disponibles para poder interactuar y  facilitar el proceso de enseñanza, la innovación requiere investigar, autoevaluarse, para tener la visión para desarrollar sus potencialidades y afrontar las debilidades, de la misma manera, se tienen retos que configuran un nuevo escenario propicio para la innovación y el desarrollo de excelentes iniciativas por parte de los docentes.

Y para que eso suceda requiere, igualmente, que desde las instituciones se propicie ese plus de motivación y esfuerzo que se nos exige, la formación necesaria para que estemos en condiciones de dar una respuesta efectiva a dichos retos, básicamente debemos mejorar nuestro equipamiento didáctico. Parte de esta  renovación de las estrategias de enseñanza ha de estar orientada, naturalmente, a propiciar un aprendizaje autónomo de los estudiantes. Un aprendizaje autónomo pero guiado. Eso requiere de la elaboración de buenos materiales en forma de guías didácticas. Las TIC constituyen una herramienta muy importante en este sentido para la educación remota, pero no es la imprescindible, lo cual tenemos que tener en cuenta en el contexto que nos enfrentamos.

Publicado: 2020-12-01

Número completo