El año que finaliza trajo consigo una serie de cambios inesperados, el sistema educativo fue uno de los que más sufrió transformaciones, cambios, desafíos tanto para estudiantes, docentes, familia, tocó deslastrar, reinventar, innovar con el fin de no paralizar el proceso educativo. Los hogares se transformaron en aulas improvisadas, los docentes debieron prepararse para la nueva realidad educativa, ya que ser docente en este tiempo implica asumir que el conocimiento y el estudiantado cambian velozmente, y que para dar respuesta adecuada y satisfacer el derecho de aprender del estudiantado, se hace fundamental que el profesorado continúe aprendiendo las teorías, metodologías, técnicas y prácticas que el alumnado de hoy necesita.

Por ende, abordar los procesos educativos desde la perspectiva del derecho a la educación, que incluye, por cierto, desarrollar procesos pedagógicos pertinentes, que hagan que niños, niñas y jóvenes sean partícipes y protagonistas de su educación. Hoy, además, está presente el riesgo de la exclusión educativa, tal como han afirmado diversos organismos internacionales: la crisis sanitaria, acompañada de una crisis económica, puede aumentar la vulnerabilidad y vinculación con la escuela.

En concordancia a lo antes planteado, en esta edición se invitó a compartir algunas reflexiones sobre el balance del escenario educativo en el contexto actual.

Publicado: 2020-12-29

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