Los tiempos que estamos viviendo son únicos, donde hemos experimentado cambios en todos los aspectos, por lo cual, en este contexto, la situación de la educación escolar se ha visto desafiada y cuestionada de múltiples maneras. Actualmente nos vemos enfrentados a encontrar una nueva forma de ejercer nuestro “rol docente” y a repensar lo que veníamos haciendo, de allí que nuestro accionar debe cambiar, debemos facilitar el aprendizaje y adaptarnos a los cambios que vivimos a diario, el profesor-tutor es la figura básica en la dirección y el mantenimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje. La actividad tutorial requiere un ámbito que facilite el acercamiento entre profesor-estudiante, el docente debe adoptar una posición que favorezca este nuevo papel que el estudiante está llamado a desempeñar en el contexto de educación remota el docente como tutor, debe guiar al estudiante, ayudarlo a identificar sus estilos de aprendizaje, recomendarle hábitos de estudio, motivarlo y enseñarle estrategias que le permitan generar aprendizaje significativo y sortear las dificultades que se le presenten durante sus estudios.Para ello, ha de dejar de ser un simple transmisor de información para convertirse en alguien que estimula, monitoriza, sigue la tarea de aprendizaje, propone retos para su solución tanto de forma individual como en equipo, resuelve problemas de aprendizaje que se producen durante el proceso, etc. La tutoría académica en el contexto de educación remota incide en un aprendizaje autónomo, exige más por parte del alumno, y convierte al docente - tutor en alguien que resuelve dudas, propone retos, estimula e invita al trabajo colaborativo y en grupo.